De hecho yo, super cansada por no dormir trabajando la noche anterior y estando en la puerta antes de entrar a la primera clase dudé y le pregunté a Luisana:
"¿Y si mejor no entramos al programa? ¿Sabes que si lo comenzamos lo vamos a tener que terminar y dura 8 semanas?"
Afortunadamente ella fue mi voz de la razón y me dijo:
"Quizás esto es lo que necesitamos para FINALMENTE dejar de trabajar tanto y tener los resultados que queremos, así que vale la pena intentar".
Me convenció y con un poco de apatía asistí a esa primera clase... A partir de la segunda clase, sentía que todo lo que nos enseñaban era ORO PURO...